Casa de la Arquitectura = Madrid

La Casa de la Arquitectura anticipa con su nombre lo que es: un reconocimiento a los trabajos edificatorios o urbanísticos más loables de este país.

La arquitectura está de moda. Hay muchas evidencias que respaldan esta frase: divulgadores como Erik Harley o Nuria Moliner acumulan millones de visualizaciones; artistas consolidados como C. Tangana crean una narrativa a partir de edificios emblemáticos de Madrid; una película (cortometraje) como Arquitectura emocional 1959 obtiene un Goya.

Podría entenderse mejor con este contexto la apertura que se produjo esta semana. La Casa de la Arquitectura (museo de titularidad estatal de carácter nacional) se inauguró con la presencia del presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Las fuentes institucionales ahí presentes destacaron la funcionalidad de este espacio «quiere ser hogar para la historia arquitectónica española y para imaginar colectivamente el futuro entorno construido».

El nuevo museo, que está en el número 67 del paseo de la Castellana, acoge y acogerá distintos bienes inmuebles del patrimonio arquitectónico. Sirva a modo de ejemplo: objetos, dibujos, documentos, planos e imágenes en múltiples soportes.

En su flamante apertura, la Casa de la Arquitectura celebra su llegada con tres exposiciones que se pueden visitar hasta el 10 de enero:

La construcción de un país: recorrido por edificios de España a través de 65 maquetas.

Ecosistema Zip, Nuevos Procesos, Nuevas Arquitecturas: reflejo del trabajo de 300 estudios en una mirada al panorama actual.

Nameless Model: Maquetas sin nombre, sin autoría identificada en la muestra, elaboradas por estudios barceloneses de arquitectura fundados en los últimos diez años.

El nuevo espacio museístico, según recoge el texto institucional publicado en la web del Ministerio de Vivienda y de Agenda Urbana, tiene una funcionalidad clara. Aspira a ser concebido como “una herramienta para el fomento de la investigación y la conservación de la arquitectura como hecho cultural que refleja circunstancias propias de cada sociedad, abordando cuestiones de identidad con los valores que representa, que tienen una incidencia directa en el desarrollo individual y colectivo de la sociedad».

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